Para poder empezar a hablar sobre lo que hemos perdido, es prescindible estudiar este poema a continuación:
“no es difícil dominar el arte de perder;
tantas cosas parecen llenas del propósito de ser perdidas, que su pérdida no es ningún desastre.
perder alguna cosa cada día.
aceptar aturdirse por la pérdida de las llaves de la puerta, de la hora malgastada.
no es difícil dominar el arte de perder.
después practicar perder más lejos y más rápido:
los lugares, y los nombres, y a dónde pretendías
viajar. nada de todo esto te traerá desastre alguno.
he perdido el reloj de mi madre. y, ¡mira!, voy por la última —quizás por la penúltima— de tres casas amadas.
no es difícil dominar el arte de perder.
he perdido dos ciudades, las dos preciosas. y, más vastos, poseí algunos reinos, dos ríos, un continente. los echo de menos, pero no fue ningún desastre.
incluso habiéndote perdido a ti (tu voz bromeando, un gesto que amo) no habré mentido. por supuesto,
no es difícil dominar el arte de perder, por más que a veces pueda parecernos un desastre.”
x: ELIZABETH BISHOP
qué es la perdida, sino el inevitable sentimiento de sentirse sin rumbo, extraviado o simplemente la ausencia de no poder recuperar un objeto o un sujeto.
En esta colección podemos recorrer lugares invisibles, posibles escenarios entre la dualidad de sentirse perdido y encontrarse a sí mismo, Willem De Kooning dice: tengo que cambiar para seguir siendo el mismo.
Es acaso esta frase una provocación al camino personal?
No lo se, no lo se, no se para donde voy solo se que voy por el camino.